De los 34 países miembros de la OCDE (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económico), México es el único país el cual carece
de un seguro para el desempleo. Este tipo de prestaciones permite a los
empleados percibir un monto de dinero al mes en caso de que pierda el empleo.
El tema se ha puesto a discusión después de que el Gobierno Federal decidiera
la semana crear el seguro del desempleo, pero no por medio de un incremento de
recursos, sino a través de reducir otras ayudas sociales.
El seguro contra el desempleo forma parte de las distintas
medidas propuestas en el paquete de reformas del primer año de Gobierno del presidente
Enrique Peña Nieto. La idea sería redistribuir los recursos del Instituto del
Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), el cual ha
permitido a millones de empleados adquirir una vivienda propia.
Del 5% que se destina al Infonavit (aportaciones patronales)
la distribución sería del 3% a la cuenta mixta para el desempleo y el otro 2%
para créditos hipotecarios. Esto significaría que los empleados tendrían que
trabajar mucho más para poder acceder a las mismas propiedades.
La propuesta no ha sido bien recibida por miembros de la
oposición y líderes sindicales, quienes señalan que la propuesta no resuelve un
problema, pues finalmente sólo redistribuye el dinero. Por otro lado,
especialistas en el tema señalan que esta propuesta afectará al sector inmobiliario,
el cual desde los últimos años se ha visto afectado.
El seguro de desempleo propuesto permitiría a los desempleados
recibir hasta seis meses, el monto se estimaría en base a los ingresos de las
últimas 24 cotizaciones. El primer pago ascendería al 60% de este monto, el
segundo pago por 50%, y los cuatro pagos restantes por 40%.
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