
Y es que los grupos delictivos han aumentado su grado de capacitación, logrando malograr sistemas de vigilancia. Este acto delictivo se suma a otras operaciones de grupos narcotraficantes como el secuestro, extorsión y mafias de protección (en las que cobran por proteger ciertos establecimientos o son amenazados para pagar).
A partir del 2006, el Presidente de México, Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico. A partir de esa fecha, cuarenta mil personas han perdido la vida en hechos vinculados a la lucha contra el narcotráfico.
El reporte calcula que en los primeros cuatro meses del presente año se ha robado el equivalente a US$250 millones en combustible, lo que supera a lo que se robó durante todo el año pasado. Esto equivale a casi un millón de barriles de combustible, aseguró Juan José Suárez Coppel, director general de Petróleos Mexicanos (Pemex). Hay que mencionar que un tercio de los ingresos que percibe México provienen de las ventas del petróleo. La mayor parte del robo de combustible se le atribuye al cartel de los Zetas, quienes ocupan la zona del Golfo, territorio donde se realiza la mayor parte de la actividad de Pemex.
Otros números pueden ayudar a reflejar la severidad de la situación actual: se estima que, de continuar así, el robo de combustible de este año tendrá un valor de US$750 millones. Durante este primer trimestre, Pemex registró un ingreso por US$353 millones.
El petróleo robado se utiliza para varios fines: para vehículos del mismo grupo delictivo, la venta clandestina dentro del país o incluso fuera de este. Hace algunas semanas, Pemex presentó demandas contra nueve compañías petroleras por haber adquirido combustible robado.
0 comentarios:
Publicar un comentario