
El día de hoy hablaré con más opiniones que he hechos y si lo hago de esta manera es porque la indignación de los sucesos de la semana pasada en Monterrey nos involucra a todos como mexicanos. Lo que muchos aún no logramos comprender es porque las autoridades tienen que actuar, una vez más, después de que se ha cometido un crimen y en cambio no se hace nada por preverlos.
A tan solo un par de días del atentado en el Casino Royale el mismo Gobernador de Nuevo León, Rodrigo Medina, fue el primero en declarar que ya se había logrado la aprehensión de 5 responsables de los actos. Una declaración que ha estado llena de cuestionamientos y que no ha ayudado para nada a mejorar la imagen del gobernador.
Esto es más que de esperar pues la pregunta es clara ¿Cómo es que una detención se logra llevar a cabo tan rápido con solamente unos retratos hablados y un par de huellas dactilares? Es decir, esto habré la posibilidad a dos interpretaciones: o el gobierno está usando chivos expiatorios (ojalá no sea así), o el gobierno necesita ser presionado para que actúe. Si en solo ese par de días se logró la captura de 5 criminales, acaso no se podría haber actuado en tan solo 5 minutos la tarde del atentado contra el casino.
Ahora bien, las declaraciones de Rodrigo Medina y Fernando Larrazabal son para dar vergüenza y es que resulta que entre uno y el otro solo se han querido limpiar las manos adjudicando que la tragedia se podría haber prevenido si el Casino no hubiera estado operando sin permisos. ¡A caray! Ahora si hay que preocuparnos por la regulación de estos negocios, que en una ocasión anterior ya habíamos señalado como negocios de lo más chuecos que hay en el país. Y sí aun así fuera ¿Cómo es que se les permite operar por meses y llenarse de millones de pesos de forma ilegal?
Finalmente queda decir que el alcalde de Monterrey, Larrazabal, ya decidió dar un paso correcto al declarar el cierre de casinos que operaban de forma ilegal (a la vista de todos ¿Cómo permiten eso?). Lo cierto es, que esta nueva oleada de violencia sin precedentes solo ha venido a aumentar las tensiones en la zona urbana y como es de esperarse continúa desalentando todos los rubros del país: los extranjeros son prevenidos de venir a visitar Monterrey, las empresas extranjeras temen por la seguridad de sus empleados y los padres de familia están optando por mandar a sus hijos a estudiar a otras ciudades o el extranjero. Y entonces la pregunta es clara ¿Hasta cuándo gobierno?
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