Equity Funding Corporation of America
Equity Funding Corporation of America, o sencillamente EFCA por sus siglas en inglés, fue una
empresa dedicada a vender seguros de
vida desde principios de los 60’s, su modelo de negocio resulto exitoso
pues al mismo tiempo que vendía seguros de vida, mantenía un fondo mutuo de
inversiones bastante atractivo. La compañía vendía acciones a sus clientes
quienes con el valor de la acción podrían después adquirir su seguro de vida,
la estrategia funcionaba pues se aseguraba que con las ganancias generadas por
las acciones se podría pagar en cualquier momento la póliza del seguro y sus
deducibles.
El fraude empezó en
1964 cuando la EFCA cuando la empresa estaba comprometida a entregar un
reporte anual. Las cosas se empezaron a ver sospechosas y entonces Stanley
Goldblum, el CEO de la empresa, mando emitir estados de cuentas falsos que
fueron entregados justo a tiempo.
Goldblum junto con otros empleados de la empresa generaron
pólizas de seguros de vida ficticios las
cuales “reportaban” ganancias para la empresa. El proceso continúo
renovando algunas pólizas, generando pólizas nuevas e inclusive falsificando la
muerte de algunos de estos individuos que ni siquiera existían.
El problema fue que entre más tiempo pasaba, más eran los
activos que la empresa aseguraba tener, en menos de una década la empresa
reportaba ganancias por más de $2 mil
millones de dólares en seguros que ni siquiera existían, y claro está, tampoco
existía ese dinero.
En 1973 un empleado
inconforme con su despido reportó el fraude a Ray Dirks, un analista de
Wall Street el cual monitoreaba las empresas de seguros. Dirks decidió darle
seguimiento a esta denuncia y al descubrir que los números no encajaban avisó a
sus clientes, quienes tuvieron la oportunidad de vender todas sus acciones
antes de que el escándalo se volviera público.
Al final se responsabilizo a 22 empleados quienes
participaron en la falsificación de información y otros 50 fueron comprometidos
por tener conocimientos del fraude.
A partir de ese momento la Securities and Exchange Comission
(SEC) censuró la información que divulgara Dirks quien fue acusado por divulgar información sensible y generar grandes
pérdidas a los accionistas de EFCA. El caso se prolongó hasta 1983, año en
el que la Suprema Corte declaró que Dirks era inocente de todo cargo al no haber
actuado de forma inadecuado o haber obtenido la información de forma ilegal.
El fraude de la EFCA es considerado por muchos como el
primer fraude computarizado de la historia.
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