Quizá la música
existió incluso antes de que existieran los primeros sistemas de habla en
forma. Esta es una realidad en la evolución humana la cual da pistas sobre lo
que pueden ser reinvenciones en estrategias de ventas. Desde hace muchos años
se sabe bien que la música tiene efectos
sobre el estado de ánimo de las personas y su comportamiento, y sabiendo
esto, la música se ha sabido utilizar para moldear audiencias.
La neurociencia continúa haciendo estudios
los cuales revelan cómo es que la música activa diferentes partes del cerebro
al mismo tiempo lo cual genera emociones. Entonces, ¿Se puede utilizar la
música ambiental para motivar al consumidor a comprar?
En efecto, sí.
Música en centros comerciales
Diversas cadenas
lo han estudiado y de forma generalizada todas lo hacen hoy en día. Muchas
tiendas consideran que su mercado meta principal son las mujeres, por lo que
las tiendas buscan ambientar sus pasillos con música que sea de su agrado y que
a la vez sea tranquilizadora.
Entre más tiempo
pase un cliente dentro de la tienda, este observará más productos y tendrá
mayores probabilidades de adquirir mercancía adicional, la cual supondrá en ese
momento como una nueva necesidad.
Esta técnica ha
sido llevada más a fondo, en Asia una cadena comercial decidió reproducir
música pensada para mujeres embarazadas. Las mujeres disfrutaban hacer las
compras pues se trataba de música amena, pero lo más interesante fue el efecto “secundario”,
un año después muchas mujeres comentaban que disfrutaban de ir a esa tienda
porque los niños se tranquilizaban.
¿Qué estaba
sucediendo?
Aunque aún es muy
temprano para dar conclusiones, diversos analistas suponen que los niños lograban
recordar esa música cuando estaban en el vientre de sus madres y entonces
producía un efecto tranquilizante.
Quizá
sencillamente la música y una buena ambientación seguían calmando al niño.
La música en centros de comida rápida
Caso contrario a
las tiendas comerciales, los restaurantes de comida rápida no generan mayores
ganancias si el cliente permanece mucho tiempo, de hecho, les interesa que el
cliente compre sus alimentos y se retire de forma rápida. Para lograrlo muchos
recurren a música, pero de otro tipo.
La música con
ritmos rápidos hace que la gente se alegre y se ponga más activa, una vez que
los clientes se ponen algo inquietos, es probable que consuman más rápido y
finalmente se vayan. Entonces muchos restaurantes de comida rápida deciden
pones música pop y rock los cuales harán que las personas “circulen” más
rápido.
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