No solamente México está aproximándose a un proceso
electoral, también lo está Grecia, y quizá sus elecciones sean incluso más
críticas para la economía mundial, o por lo menos para la economía Europea.
Las elecciones en Grecia
sucederán este domingo, y con ellas no sólo se definirá el nuevo partido en el
poder, sino el futuro de Grecia en la eurozona. Las elecciones están sumamente
parejas y plantean un gran dilema. Por un lado se encuentra el partido
conservador, Nueva Democracia, el
cual buscará apegarse a un nuevo plan de austeridad para seguir consiguiendo
financiamientos de la Unión Europea; por el otro lado se encuentra el partido
socialista, Pasok, el cual evitarán
más medidas de austeridad y en caso de ser necesario retirarán a Grecia de la
Unión Europea.
Las opciones han creado revuelo en el mercado interno de
Grecia y también en todo el bloque económico. Las personas en Grecia han
comenzado a retirar sus fondos de los bancos, se estima que al día se están
retirando hasta 800 millones de euros,
al mismo tiempo las familias griegas han comenzado a comprar enlatados y pastas
ante la expectativa de que vendrán tiempos sumamente difíciles.
El regreso del dracma,
la antigua moneda de Grecia, supondría un rápido desbalance en los precios de
productos junto con una crecimiento en la inflación, los precios de bienes
importados alcanzarían precios impresionantes. Las ventajas del dracma
supondrían exportaciones más baratas y competitivas lo que podría reactivar la
economía griega.
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