Ante el incesante crecimiento de las
necesidades humanas, que marca el ritmo de la civilización y sus estadios
culturales, los sistemas de producción mundial han duplicado su desarrollo cada
vez más incesante.
A través del crecimiento de la humanidad, cada
pueblo, cada región o país, ha creado y ha producido artículos característicos
para ellos v novedosos para el exterior que hoy se imponen en el consumo
internacional.
Japón por ejemplo, una de las naciones
pujantes de la era moderna, una de las potencias mundiales con mayor acierto
productivo. Su capacidad como inversionista, en todo el mundo, ha logrado
desplazar a diversos sectores de producción americana principalmente.
Protagonistas del poder, en nuestra cambiante vida moderna, los japoneses han
logrado el secreto del éxito con metas claras y definitivas. Innovadores,
creativos, han irrumpido con vehemencia en todos los mercados internacionales
con una asombrosa y moderna tecnología productiva.
El caso de “Los Tigres”, Corea del Sur, Hong
Kong, Singapur y Taiwán, representantes de un nuevo desarrollo económico, han
irrumpido en los mercados de Latinoamérica con su gran variedad de productos de
alta calidad y de costos muy bajos para el consumo de la población. A través de
su historia, estos países eran viejas zonas comerciales de la antigua
estructura colonial, puertos lugares de paso de comercio que tenían ligazones
muy estrechas con los europeos y los norteamericanos. Estos países se han
distinguido por su fuerza industrial y han hecho un gran uso del comercio
mundial. Son naciones que exportan e importan mucho.
Todos debemos tomar el ejemplo de estos países
para hacer de nuestras naciones aun mas grades, solo el pensamiento de progreso
puede destruir cualquier amenaza de crisis financiera o de cualquier otra índole.
La verdadera buena producción se debe basar en
la idiosincrasia y pensamientos más profundos de los seres humanos porque solo
ellos pueden lograrlo.
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