El sexenio del presidente Felipe Calderón ya está a punto de
acabarse, y quizá una de las últimas cosas de las que todos escuchemos hablar
sea de la llamada “Reforma Laboral”. Como es costumbre en tiempos turbulentos
en la política, la reforma ya ha sido atacada por “los opositores” y aunque en
ciertas cosas pueden tener razón, muchos de los argumentos son exagerados o incluso
meramente desprestigio. Así que para que nadie nos “ande contando” las cosas, a
continuación presentamos los detalles.
La reforma laboral ha entrado a discusión desde el 1° de
Septiembre este año, y se tiene como fecha límite 30 días para que se le de
resolución a la misma. En primera instancia sólo los diputados del PAN está
dispuesto a apoyarla (Qué raro ¿no?), mientras que la bancada del PRI ha
mantenido sus comentarios a la reserva, y bueno, los legisladores de la
izquierda son quienes ya han acusado a la reforma como un intento de generar
desempleo.
Vamos por partes, en realidad ningún gobierno busca generar
desempleo, ni a las más altas esferas les conviene. Así que ¿Qué dice esta
reforma laboral?
Flexibilidad en
formas de contratación. El primer punto es la creación de nuevas formas de
contratación, incluyendo periodos de capacitación, tiempos de prueba y dando
más forma a lo que son los trabajos temporales. A esto se le añaden más formas
de pago, inclusive el pago por horas.
Y lo que nos vienen a
decir. Que esta sólo es una herramienta para que las empresas puedan
despedir a quien quiera, cuando quieran. Ojo: no olvide que una oferta de
empleo indica bajo que condiciones se contrata, si usted no quieres un trabajo
volátil, sencillamente busque mejores opciones. Créanos, las seguirá habiendo.
Regulación conflictos
laborales. Se buscará agilizar los procesos para arbitrar cualquier tipo de
problema laboral. Esto beneficiará a las empresas que pierden grandes cantidades
de recursos con empleados “en protesta”. Se propone limita el máximo de pago de
salarios caídos a 12 meses.
¿Por qué es bueno? Quizá
uno de los problemas en México es esa cultura de exigir y dejar de hacer. Las
huelgas laborales en otros países suelen ser más organizadas y dar mejores
resultados. La cultura del “boicot” es algo que no le ha dejado nada bueno al
país desde tiempos en que se crearon los primeros sindicatos.
Formalización de
formas de trabajo. Se le dará forma a otros tipos de contratación como el
llamado outsourcing. El objetivo será que este tipo de empleos no evadan el
pago de impuestos y de Seguridad Social (de ser el caso). Adicionalmente se
incrementarán las penalidades a aquellos que fomenten el empleo infantil.
No a la discriminación
laboral. Se reforzarán las medidas que eviten que la contratación laboral
sea sesgada por cuestiones de género y/o preferencias sexuales.
Y finalmente, lo que
les duele a todos:
Dirigencias de los Sindicatos.
Las cuales ahora se otorgarán a través de votaciones directas y secretas.
Además, se les obligará a los dirigentes a mantener informados a los agremiados
respecto a la situación financiera del organismo.
Ahora sí, ¿Comprende por qué le tienen miedo a la reforma
laboral?
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