Los estudiosos siempre buscan un modo de organizar y
catalogar las cosas, como dicen algunas madres (incluyendo la mía) cada cosa
tiene su lugar, la economía no podía ser la excepción. Pero la palabra economía
por sí sola engloba muchas cosas y es por ello que se “subdivide” en muchas
categorías, y de hecho la cosa se vuelve incluso más compleja ya que las
categorías dependerán de lo que queramos observar en la economía. La clasificación de la economía es entonces algo complejo y muy interesante.
Por ejemplo, al hablar de la economía de un país podemos describirla
de acuerdo al tipo de políticas económicas que maneja y entonces decir si es un
tipo de economía cerrada o abierta. Aunque esto sería polarizar el tema, ya que
finalmente no todo es blanco y negro, y en la práctica “existen tonos de
liberalismo económico”.
Ahora bien, hablando de la misma economía de un país, esta
se puede clasificar de acuerdo al modelo económico que siguen (y de hecho tiene
mucho que ver con lo que apenas comentábamos hace un momento) y nuevamente
podríamos tener diferentes clasificaciones. Los tres sistemas económicos más
conocidos hoy en día son el neoliberal, el socialista y el comunista; y cada
uno de ellos también tiene subdivisiones, y es así como podemos hablar del socialismo
cristiano (donde la religión pasa a cobrar importancia en el modelo socio
económico).
Pero incluso los dos conceptos anteriores pasan a ser
moderadamente teóricos y moderadamente prácticos, existen pues otros conceptos
que describen la economía de una región o de un país de acuerdo a sus
actividades económicas. ¿Recuerdan los tres tipos de actividades económicas?
Pues bien, así es como uno puede decir que es una economía de actividad
primaria, dedicada a la extracción de materia prima; una economía enfocada a
las actividades secundarias, el proceso y la manufactura; o por qué no, aquella
que vaya muy enfocada a la prestación de servicios sería una economía de
actividad terciaria.
El proceso lo podríamos seguir repitiendo y es que siempre existe algo que medir u observar en la economía y el abanico de clasificaciones se vuelve bastante extenso.
Unas últimas palabras ¿Y todo esto para qué?
Para describir, definir, y finalmente poder estudiar. El
propósito de la economía, como todas las otras ciencias, busca poder conocer el
contexto a su mayor extensión para así poder definir, comprender, modelar y
finalmente especular. Pero como en la economía un experimento no siempre da un
mismo resultado, es difícil tenerlo todo siempre por seguro.
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