Solemos temer a nuestros políticos por las cosas y desastres
que pueden hacer en la economía, pero imagínense cómo estará la cosa para que
los temores lleguen más allá de nuestras fronteras. El día de hoy Barclays
declaró que la economía de México está ante un riesgo de verse estancada en
caso de que los políticos no logren tomar las medidas necesarias, o en otras
palabras, ponerse de acuerdo en temas fiscales.
La advertencia no es de menos, el escenario de México es uno
sin precedente en el que la política se encuentra deteriorada y los partidos
más enemistados que nunca. Si los políticos no se ponen de acuerdo, la economía
de México podría tener un desempeño pobre, con un crecimiento del PIB de tan
sólo un 2% en promedio para los próximos años.
Por otro lado, Marco Oviedo, señaló que el resto de los
signos económicos de México se encuentran saludables, se trata de una economía
sólida la cual tiene grandes oportunidades de crecimiento, más en estos tiempos
difíciles. El director general de JP Morgan, Eduardo Cepeda, señaló que los
inversionistas a nivel mundial ven a México con buenos ojos, “un país de moda”
en el cual invertir se podría decir.
La economía de México posee un nivel de endeudamiento
moderado-bajo, junto con una calificación positiva para las principales
instituciones mundiales, y las reservas internacionales más grandes de la
historia (160,000 millones de dólares). No hay problema, la economía está bien
blindada.
¿De qué reformas se
está hablando?
Del IVA, no por nada ayer retomaba el tema. El problema del
sistema de recaudación en México es la ineficiencia, y las excepciones en
productos o diferentes tasas de cobro para otros impuestos hacen el proceso
largo y más costoso de lo que debiera.
Eso sí, aquellos que se oponen al gravamen de alimentos y
medicinas tienen un punto importante: de hacerlo, se deberá dar una
compensación para los hogares más pobres de México. Un gravamen del 16% en
alimentos permitiría que la recaudación incrementara casi un 1% del PIB.
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