Los modelos, como todo en la vida, son dependientes del
tiempo el mercantilismo de hace 3 siglos es un modelo que en su época funcionó,
pero que hoy en día no tendría cabida; el estándar de oro fue la cúspide de la
economía, pero eventualmente cayó en desuso hacia los 70’s; y existen muchos
ejemplos más para ilustrar que la economía también es dependiente del tiempo.
Para bien o para mal, los cambios en la economía mundial
suelen darse con golpes fuertes. Los últimos dos que existieron fueron la gran
depresión en los 30s, y el estancamiento de divisas en los 70s… un intervalo de
40 años aproximadamente, ya hora en plenos 2013 quizá podríamos afirmar que han
pasado otros 40 años y que ya va siendo tiempo de que haya un cambio ¿La mayor
señal? La crisis económica misma.
Los bancos centrales de los países han probado estar
equivocados, pareciera que el Modelo de Equilibrio General Dinámico Estocástico
(EGDE, o DSGE por sus siglas en inglés) ya no es capaz de escribir
correctamente el modelo financiero actual, y ahora es cuando docenas de
economistas han comenzado a buscar correcciones a las disparidades que este
modelo comienza a tener
¿Por dónde empezamos?
Es difícil crear un modelo a partir de la nada, y es por
ello que la opción más rápida es corregir los modelos preexistentes. El primer
paso, en todo caso, sería añadir a los Bancos dentro de los modelos económicos.
Sí, suena difícil de creer, pero los modelos consideran a los consumidores, a
los gobiernos e incluso a las organizaciones sin fines de lucro dentro de los
modelos, pero los bancos suelen ser omitidos ¿Por qué? Porque hasta hace poco
sólo se les consideraba una línea entre los prestamistas y los ahorradores,
pero si el banco es quien retiene este dinero, puede aprovechar su posición y
finalmente afectar la economía.
Sí, quizá los modelos clásicos no consideran que los bancos
no son meros retenedores de dinero, son instituciones, son negocios y
finalmente tienen muchas ambiciones. Y aquí es como actúan:
Los Bancos son entidades que poseen una logística que les
lleva a enfrentar grandes riesgos, y de hechos sus políticas internas los
motivan. Diversos estudiosos, como John Geanakoplos de la universidad de Yale, afirman
que las pequeñas variaciones de los sentimientos de compra/venta de los
inversionistas pueden provocar grandes cambios en el precio del activo. Los
bancos por su parte están dispuestos a prestar dinero a los inversionistas
especuladores incluso si poseen poco dinero (sistemas de apalancamiento) que
les permitan alcanzar el precio del activo deseado; pero si los prestamistas
deciden tomar medidas conservadores, los especuladores quedan inmediatamente
fuera del mercado.
¿El resultado? El banco puede entonces manipular el precio
de cualquier activo, provocar aversión a las inversiones o una sobredemanda y
al ser manipulador del dinero que mueve el mercado, una sobre estimulación en
la demanda puede provocar que sus propias políticas cierren las líneas de
préstamo de sus clientes.
Un factor importante a considerar, pero no el único
ciertamente.
Unas últimas palabras
Dicen que la Democracia es el peor sistema de gobierno, salvo
todos los demás que se han probado; y lo mismo podría decirse de todo modelo
económico. La razón por la que las teorías estocásticas perduran hoy en día es
porque son las mejores descripciones de la situación actual, sin embargo,
siempre existen nuevas perspectivas y modos de estudiar la economía.
A 40 años de la última crisis mundial, quizá va siendo
momento de replantear los modelos económicos.
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