Para llegar a la
quiebra difícilmente se logra de un solo paso, en realidad esto de las finanzas
personales es un “estira” y “afloje” constante. Uno no se puede hacer de dinero
de la noche a la mañana, y tampoco se llega a la quiebra tan rápido. Para ambos
extremos es necesario hacer una serie de decisiones por mucho tiempo, y eso sí,
cuando uno se va a la quiebra parece que fue muy rápido, pero en realidad era
porque se veían números rojos por todos lados.
A continuación te
presentamos los 25 errores financieros más comunes que podemos cometer (y que
conste que hay muchísimos más, pero no acabaríamos con la lista de las malas
decisiones).
- Nunca mirar los estados de cuenta. En ocasiones se nos hace fácil y creemos que todos dicen siempre lo mismo, y no nos damos “cuenta” de cómo están las cuentas hasta que un día pasamos la tarjeta, y mejor dicho “ya no pasa”.
- Firmar como aval. Eviten responsabilidades que no les traerán beneficio alguno, y en especial si no son “tan” allegados a esa persona. Recuerden que ser aval es un compromiso sin beneficio económico alguno, y no meramente prestar una firma.
- Usar cajeros de otros bancos. Con las módicas comisiones que superan los $50 pesos, cada una de estas transacciones sale caro, ojo, conozca bien dónde están los cajeros de su banco y procure mantenerse organizado cuando tenga que retirar dinero.
- Sacar dinero del fondo de retiro. Luego no se pregunte por qué los rendimientos de su Afore son tan bajos. Recuerde que el fondo para el retiro sencillamente no se toca.
- Mensajes de texto todo el día. Esta va para esos lindos enamorados que todo el día se mandan mensajes con “tqm” o caritas felices, yo sé que es lindo y también lo he hecho. Pero si a esas vamos, mejor póngase creativo con su pareja y regálele detallitos más bonitos cada día, en última instancia vea opciones de un plan G3 (ya sé, se nota que soy un amargado).
- Comprar de más aprovechando que está en oferta y terminar sin usarlo. Un ligero pecado de la avaricia, que en ocasiones nos termina costando más. Las ofertas son para aprovecharse si se van a usar, no para ver cuánto podemos acaparar.
- No declarar impuestos. Esta es quizá más sensible que todas las demás que voy a mencionar, pero evite problemas financieros y legales, sea responsable y cumpla con su parte (aunque cueste).
- Compre ahora y pague el doble después. En la medida de lo posible evite compras a crédito o en sistemas de pago a “meses sin intereses” (las versiones engañosas) ya que terminará pagando mucho más de lo que vale. Mejor ahorrar y pagar al contado siempre que se pueda.
- Usar la tarjeta de crédito para la fiesta y la cena elegante. Las tarjetas de crédito son tan cómodas que en ocasiones abusamos de ellas, recuerde que las comisiones y tasas de interés son muy elevadas como para usarlas de a diario.
- La membresía del gimnasio, al que nunca se va. Ese error que cometen muchos de decir este año sí bajaré de peso, se emocionan, compran ropa deportiva se meten al gimnasio, y aún no termina enero y ya no van. Mejor compre la ropa deportiva y empecemos por algo sencillo como correr en el parque de la colonia.
- El café de “Premium”. Y señalaré el café de Starbucks más que nada, ya que más que un “buen” café, es la imagen de lo que uno toma.
- Prestarle a la familia. Esta es algo sensible y cada quien es libre de decidir qué hacer. Entre la familia hay mucha confianza, pero no falta el pariente que confía de más y nunca paga. Recuerde sólo tener el criterio y atrévase a decir no, cuando no le convenga.
- Tener miedo a mejorar en el trabajo. En ocasiones nos gana el miedo y nunca nos atrevemos a pedir más, y el no hacerlo nos puede hacer perder incluso más. Considere su posición y el tiempo que lleva en su puesto, y siempre atrévase a ir por más.
- No tener seguro médico de gastos mayores. Fíjese, esta es quizá una de las pocas cosas que si nos puede llevar a una quiebra de la noche a la mañana. Un seguro médico es un gasto odioso, pero que en el mejor de los casos nos puede ahorrar cuentas por cientos de miles de pesos cuando más los necesitemos.
- Adquirir una hipoteca grande, que no se va a poder pagar. Asesórese correctamente con un agente inmobiliario, y no intente irse por lo más grande, sino por lo que más se ajuste. Y si no le alcanza para lo que quiere en este momento, quizá sea conveniente esperar un poquito. Lo bueno es que los bancos cada día son más exigentes con esto de las hipotecas.
- El iPhone 5, 6 y el 7… y el que le siga también. Querer tener siempre el último gadget de moda sale caro, y en ocasiones pueden salir ligeros desperdicios. Pregúnteles a quienes compraron el iPhone 4S. Esto aplica para celulares, laptops, tablets, y cuanto gadget se vaya a poner de moda.
- Comprarle a los vendedores por no poder decir no. Esta se la dedico especialmente a una amiga muy querida, que nunca puede decir no. No te preocupes de más, no quedarás mal con nadie, finalmente a los vendedores les pasa más de lo que te imaginas.
- Sólo ahorrar y nunca invertir. Da un poquito de flojera acercarse a los temas de inversión, pero sólo ahorrar no nos permite incrementar nuestro patrimonio ya que se devalúa por la inflación. Atrévase a ahorrar, existen planes para todo tipo de intereses.
- Comer siempre fuera. Cocinar en la casa sale más barato e incluso se puede convertir en una actividad divertida, relajante y de convivencia familiar. Aproveche siempre que pueda y experimente un poco con su lado culinario.
- No tener un fondo de emergencia. Este va muy ligado a lo del seguro médico, pero piénselo en cualquier otro tipo de emergencia desde que se le descomponga el carro hasta que pierda su propia casa. Es importante asesorarse en cuestión de seguros y conocer nuestros niveles de riesgo.
- Tirar los papeles de las garantías. Ojalá todo lo que compremos dure el tiempo que esperábamos, pero en ocasiones sale un defecto de fábrica y si no tenemos la garantía en mano no habrá modo (fácil) de reclamar la garantía.
- No educarnos financieramente. No es tan difícil como se ve desde afuera, y nadie le pide que aprenda sobre temas de la crisis en Europa, sólo lo suficiente para aprender a administrarse mejor (esta va para mi par de hermanos que siempre le hacen el feo al tema).
- Jugar a la lotería esperando si ganar. Si su estrategia de inversión es gastar en la lotería, le tengo malas noticias…
- Gastar más de lo que se gana. Esta es quizá la más evidente de toda, pero es increíble como en ocasiones logramos precisamente sacar billetes que ni había en la cartera. Es momento de ahorrar.
- No confiar en uno mismo. El proyecto financiero no va solo, uno no ahorra para tener más. Ahorra porque quiere disfrutar más, dejarle algo a la familia, y una serie de proyectos personales mucho más grandes. Si no tiene seguridad en sí mismo, no logrará ninguna de todas estas metas.
Cierro
deseándoles un excelente día.
0 comentarios:
Publicar un comentario