Ya lo veían venir muchos desde que salió a tema que el
presidente Chávez andaba malo de la salud. El hecho es que Venezuela, aún sin
presidente, tiene presidente… o algo así es el mensaje que se le está dando al
país y a todo el mundo con las declaraciones de personajes como Maduro, el
actual vicepresidente, quien se ha negado a tomar el poder pues la condición
del presidente aparentemente no es un impedimento para que ejerza funciones.
Hace una semana platicábamos sobre lo que pasaría, o debería
haber pasado, si el presidente Hugo Chávez continuaba incapacitado para el día
de la toma de poder. Pero lo que sucedió es sólo el reflejo de un sistema
autoritario el cual puede negar sus propias reglas con tal de perpetuar el
poder.
Eso sí, el que ya va ganando es Hugo Chávez, y es que si uno
de sus objetivos era perpetuarse en la historia ya lo logro. Los insultos
contra el expresidente Bush, sus comportamientos altaneros ante los presidentes
de los países ricos, y su gran bondad con sus naciones vecinas son “poco” en comparación
a lo que está a punto de pasar en Venezuela: Chávez se volverá inmortal, será
considerado un santo, ascenderá a mártir y durante muchos años se hablará de él
como si fuera un continuador de la independencia venezolana… y todo porque está
en coma.
El Coma-andante, provocó la marcha de millones por las
calles de Caracas, el lema “Todos somos Chávez” me ha hecho recordar ese
acontecimiento de Monterrey de “Todos Somos Camdelario”, pero la situación en
realidad se asemeja más a la de El Cid Campeador, si las autoridades así lo
requieren, Chávez seguirá de presidente hasta las últimas.
De aquí los escenarios son muy variados, en lo personal me
inclino a un fenómeno estilo Vea Perón, quien falleciera a sus 33 años por
cáncer. Venezuela guardará luto durante varios meses, después se convocará a
elecciones y debido al sentimiento de gratitud que se le tendrá a Chávez,
ganará un candidato chavista.
Durante el tiempo que transcurra entre ahora y las
elecciones, Venezuela seguirá bajo el mandato de Chávez, sin Chávez. Los
órganos gubernamentales continuarán gobernando como se venía haciendo en los
últimos años, y se atribuirá en todo momento que estas son las acciones que
hubiera querido el Comandante Hugo Chávez (quizá la frase sea distinta, pero el
fondo será siempre el mismo).
Lo único que no podrá
resolver Chávez
Será la economía venezolana. Los signos económicos del país
no son los mejores, distan mucho de aquellos de finales de los 90’s, y si bien
su producción petrolera sigue siendo líder en el mercado, se ha disminuido considerablemente. De 3.3
millones de barriles diarios en 1998 se ha
pasado a 2.4 millones de barriles al cierre del año pasado.
Por otro lado las responsabilidades de la nación son cada
vez más y de no tomar estrategias firmes, no se podrá mantener por mucho
tiempo. El déficit fiscal de Venezuela es del 20% de su PIB, equivalente a 70
mil millones de dólares. El tipo de cambio oficial se mantiene en 4.3 bolívares
por dólar, pero el mercado negro otorga
hasta 18 bolívares por dólar. Y eso marca claramente lo que la gente ve en el
bolívar.
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