Esta es nuestra segunda parte sobre nuestra Introducción a las Finanzas Personales, a esta sección le podríamos llamar ¿Dónde estamos y
hacia dónde vamos? Una analogía de uso común es la del carro. Uno sube al carro
con una idea clara en mente: hacia dónde nos dirigimos, y en el mejor de los
casos lo hacemos sabiendo cómo llegar, no es recomendable o lo común tomar el
carro y dirigirnos sin rumbo (salvo aquellas personas que en efecto disfrutan
pasear sin rumbo en el carro). Las finanzas personales funcionan igual, hay que
saber en dónde se está, y hacia dónde se quiere llegar, y en este caso no es
muy disfrutable simplemente ir sin rumbo.
Aquí es donde introducimos el concepto de las metas financieras las cuales son los
objetivos que queremos alcanzar con nuestra planificación financiera. Existen
muchos ejemplos de objetivos financieros,
por ejemplo:
·
Seguros de auto, vivienda, salud, u otros.
·
Fondo de retiro.
·
Ahorro para los estudios de los hijos.
·
Comprar una vivienda.
·
Dejar un patrimonio a nuestros hijos.
Las características que todo objetivo financiero debe de
poseer son:
- Deben ser cualitativos. Deben de reflejar un beneficio personal, o para otros. Por ejemplo, querer estudiar un grado de maestría al cual nuestros padres no tuvieron acceso.
- Deben ser cuantitativos. Deben de poder ser mesurables, esto es muy importante para poder medir el avance que se tiene. Por ejemplo, quiero un carro que costará $250,000 pesos y lo quiero comprar dentro de los próximos 5 años.
- Deben de estar priorizados. Debe haber una jerarquía en base a la importancia o necesidad de cada uno de estos. Los estudios de nuestros hijos deben de tener mayor importancia que el carro de $250,000 pesos.
¿Cómo definir
nuestros objetivos financieros?
Algo importante es pode escribir nuestros objetivos
financieros, esto nos ayudará a mantener en claro cuál es la meta, y poder ver
el progreso. Podemos hacer el siguiente proceso:
- Generar una idea implícita. Podemos decir: cómo nos queremos ver a los 65 años, o qué nos gustaría que pasara si hubiera un terremoto y perdiéramos nuestra casa, a qué escuela nos gustaría que fueran nuestros hijos, etc…
- Y después volverlo una idea explícita. Partiendo de las primeras ideas, ahora habrá que volverlas claras y objetivas: queremos llegar a los 65 años con una pensión de $15,000 pesos al mes, ya que esto es lo que nos permitirá vivir como queremos; o nos gustaría contar con un seguro de vivienda que nos reembolsara la totalidad de la casa en accidentes, por lo que deberemos pagar una determinada suma al mes; o queremos que nuestros hijos acudan a “X” universidad cuya colegiatura será de $60,000 pesos al mes.
Algo que queda claro es que no siempre se puede saber cuánto
costará la vida en el futuro, sin embargo, entre mayor información tengamos a
la mano, mejores proyecciones a futuro podremos hacer.
Finalmente, los objetivos financieros hay que ponerlos en
práctica y para ello hay que empezar por crear un estilo de vida que sea acorde
a nuestros objetivos financieros, en
todo caso se tratará de ahorrar o de invertir.
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