El pasado martes
el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, falleció y con ello se ha venido a
tema una gran discusión sobre el futuro económico de Venezuela, y una reflexión
sobre el pasado financiero del país. El presidente Hugo Chávez fue pieza
central en el desarrollo político y económico de la nación durante los últimos
14 años.
El socialismo fue
el estandarte del gobierno de Hugo Chávez, muchas de las posturas políticas y
económicas que dirigieron a Venezuela estaban inspiradas en dicha doctrina.
Incluso el modo de expresarse de Chávez denotaba una fuerte influencia de la
vieja escuela izquierdista. Sus drásticas políticas monetarias y su deterioro
en las relaciones económicas con otros países han traído a Venezuela altas
tasas de inflación, una moneda devaluada, y finalmente una alta tasa de
desempleo. Las cosas no pintan bien para Venezuela, y más ahora ante esta
crisis política.
El presidente
Chávez asumió el poder en 1999 e inmediatamente comenzó vertiginosa campaña por
adquirir todo tipo de empresas que fueran de extranjeros.
La cartera de
empresas expropiadas incluye empresas petroleras, energéticas, bancos, empresas
telefónicas, y se extiende hasta Pymes que se habían adentrado años antes a
Venezuela. Los costos para el gobierno no sólo fueron debidos a la compra
forzada de empresas, sino a los procesos de arbitraje que se tuvieron que
realizar y que se llegaron a prolongar
drásticamente.
Venezuela en el 2012
El Banco Central
de Venezuela reportó un crecimiento
anual del 5.6%. De acuerdo a sus reportes, se trata de una racha 9 trimestres
de crecimiento consecutivo (desde el 2010 que no reporta contracciones).
El PIb per cápita
ha alcanzado records históricos: 10,731 dólares por persona (Cepal, 2011), sin
embargo, el país posee uno de los índices de disparidad más elevados de Latinoamérica.
De acuerdo a coeficiente Gini, un 0.40 (Cepal, 2011).
La tasa de
desempleo al cierre del 2012 fue de un 8% de acuerdo a cifras de BCV, y la tasa
de empleo infantil se encuentra en el 41.7%. Cuando Hugo Chávez entro al poder,
señaló que esa sería una de sus prioridades.
Los retos de Venezuela
El mes pasado Venezuela
devaluó el Bolivar un 32%, ajustándola a 6.3 bolívares por dólares con el fin
de mantener competitiva la exportación de petróleo. La dependencia a los
combustibles es mayor que nunca para Venezuela, y tiembla ante un escenario de
mantener a Petróleo de Venezuela (PDVSA) competitiva a costillas de incrementar
la inflación a ritmos muy acelerados.
El panorama no
pinta bien, y ante las constantes nacionalizaciones son pocos lo que desean
invertir en Venezuela. Además, la política monetaria agresiva junto con las
bajas calificaciones de organismos como S&P, quien otorga una calificación
de B+ al país, han provocado una baja en el ingreso de capitales extranjeros.
La deuda neta del
país no es tan drástica como la de otros países: se estima un 22% de su PIB
para el 2013. Incluso inferior a muchos de los países en crisis en Europa que manejan
tasas por encima del 50%.
La principal
alerta para Venezuela es controlar su nivel de inflación y cambiar sus
políticas con el extranjero de tal manera que pueda comenzar a recibir
inversión extranjera.
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