viernes, 14 de junio de 2013

Cómo funcionan los créditos prendarios

El resultado de adquirir un crédito prendario (empeño) depende en gran medida de la estrategia que se emplee con el dinero que se obtiene. Los préstamos garantizados de este tipo se otorgan bajo un contrato en el cual se da una “prenda” que funciona como una garantía en caso de que el préstamo no sea devuelto. Los créditos prendarios pueden ser muy atractivos y, por lo general, fáciles de tramitar, pero se debe de estar consciente de los riesgos que existen en caso de no pagar de vuelta.


¿Qué se puede empeñar?
Los préstamos prendarios se pueden realizar con una gran variedad de valores, entre ellos lo más común son vehículos o bienes inmuebles, pero hoy en día se pueden empeñar  también electrodomésticos, joyas u otros artículos que el agente prestamista considere que tienen valor.
El monto máximo a prestar suele estar limitado en base al valor de la “prenda”, y por lo general se suele otorgar como préstamo el 50% del valor de aquello que hemos empeñado. Considere esto incluso antes de acudir a la casa de empeño o la institución prestamista ya que luego se suelen llevar malas experiencias.

¿Cómo se paga el monto prestado?
Al momento de efectuarse el préstamos se  crea un contrato en donde se especifican las partes involucradas, el bien que se ha empeñado y el monto que se ha prestado. Además, se especifican las fechas en las que deberá ser devuelto el monto prestado y con qué tasa de interés se ha realizado el préstamo.
Entonces uno podrá pagar a plazos, o liquidar en su totalidad de acuerdo a los lineamientos del contrato. Al momento de regresar este dinero el contrato queda finalizado y el bien que se dio como garantía queda liberado.

¿Qué pasa si no se paga el préstamo?
El procedimiento puede variar de acuerdo a la institución prestamista, pero por lo general se suele otorgar un periodo de gracia dentro del cual el deudor tiene la oportunidad de liquidar la deuda, la cual se verá incrementada debido a multas, cargos de incumplimiento o intereses moratorios. En caso de que no se pague, la institución confiscara los bienes empeñados y podrá hacer con ellos lo que mejor considere.
Por lo general las casas de empeño realizan ventas a “bajos precios” sobre productos pequeños como los electrodomésticos y joyería con el fin de recuperar el dinero prestado. Si recordamos que sólo se nos ha prestado el 50% del valor total, es evidente que la Casa puede recuperar su dinero fácilmente vendiendo el producto a un precio muy atractivo, digamos un 75%.
Para activos de mayor valor se pueden hacer subastas (automóviles, maquinaria de construcción o bienes inmuebles), o son llevados a otros tipos de mercados en donde se buscará nuevamente recuperar el dinero perdido más una ganancia sustancial.

¿Y si no puedo pagar?
En caso de que el plazo de vencimiento esté cerca y no tenga los recursos para pagar el empeño, usted tiene una de tres opciones.
Por un lado puede acudir a la institución y pedir una prórroga, la cual en caso de ser otorgada será siempre mejor que entrar en un periodo de gracia. Esta prórroga le podrá otorgar tiempo adicional bajo unos lineamientos nuevos.
Otra opción es conseguir dinero prestado por un tercero, liquidar el contrato, e inmediatamente después volver a renovar el empeño. Esta técnica le permite obtener un nuevo periodo de tiempo para saldar la deuda, y por lo general suele no generar gastos grandes. Sólo considere que lo mejor es conseguir que un tercero le preste dinero sin intereses o costos adicionales, es decir, obténgalo por medio de un familiar o amigo de confianza y regrese ese dinero de forma inmediata.

Finalmente puede no pagar y dar su bien por perdido. El cuál es el peor escenario en todo momento.

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