La última década ha traído grandes cambios al mundo, quizá
más de los que incluso pudiéramos haber imaginado. Estos cambios no son
meramente tecnológicos, sino también sociales, culturales e incluso económicos.
Este año ha sido el detonante: las economías europeas en crisis, Estados Unidos
alcanzando el límite de su deuda, los países “en desarrollo” posicionados para
crecer, y la economía volcándose a favor de los países que antes eran
considerados economías emergentes.
Estamos ante un mundo que ningún modelo había podido
predecir, estamos “en el mundo al revés”. En el 2011 el crecimiento económico
global fue de un 3.9%, los países “desarrollados” tuvieron un crecimiento
promedio de 1.6%, mientras que los países emergentes tuvieron uno del 6.2%.
Y no se trata de sólo China, la lista de países en crecimiento
con posibilidades de volverse potencia se ha “ensanchado”. Brasil, Rusia, India
y China son los nombres más conocidos, y a ellos se agregan otros como Singapur,
Sudáfrica, diversos países de Medio Oriente, y también México.
México ha tenido buenos signos económicos durante la crisis
global. De hecho las mayores empresas de México han tenido incrementos en
ventas de hasta un 15% en el último año. Los sectores con mayor crecimiento
incluyen el petrolero, construcciones y la industria automotriz.
Actualmente se visualiza a Brasil como el mayor reto para
México, en los próximos años México deberá de mejorar sus procesos de
manufactura y distribución para poder hacer frente a esta otra economía, la
cual posee muchas similitudes económicas con México, además de estar
especializada en sectores industriales muy similares.
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