La economía de
Estados Unidos pasó el momento más crítico de la última década en diciembre del
año pasado. Ya han pasado cuatro meses del nuevo año, y si bien la economía
vecina no ha tenido tropiezos, la incertidumbre es un riesgo para la economía
mexicana. La crisis en Europa y los riesgos latentes en la economía
estadounidense son una preocupación latente para la economía mexicana.
El escenario hace
que los empresarios sean más conservadores, a la vez que sus expectativas de
crecimiento no son fijadas tan a la alza. Se arriesgan menos a pesar de que existe
capital fluyendo hacia dentro del país. La principal razón: el lento
crecimiento de Estados Unidos, que si bien no se augura nada malo, tampoco se
espera que la economía crezca mucho.
La economía
mexicana ya resiente los efectos de la desaceleración estadounidense. La
velocidad de crecimiento y los índices manufactureros no han sido tan
alentadores como los que se vieran a lo largo del 2012. El país se ha quedado rezagado,
de acuerdo al estudio de indicadores de desaceleración de la OCDE, México pasa
por su noveno mes consecutivo de desaceleración económica.
México
sigue atrayendo capital extranjero
No todos los
rubros se han quedado estancados, aún México sigue siendo uno de los principales
focos de atención de inversionistas en el extranjero. En el extranjero la
economía se ve sólida y como una buena alternativa entre las llamadas “divisas
exóticas”. Los bajos costos de los suministros energéticos, además de la
cercanía con Estados Unidos, son los principales factores que motivan a muchos
emprendedores a ingresar al mercado mexicano.
Y entonces ¿Qué
pasa? ¿Será el mismo escenario que el de Brasil? ¿Una esperanza de crecimiento
la cual no puede ser alcanzada? México lo tiene todo, y sin embargo, los
riesgos lo están comenzando a frenar en el mercado internacional. Sólo una
prueba más de que la economía de México aún está más ligada de lo que debiera a
la estadounidense.
0 comentarios:
Publicar un comentario